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- "Pleno" del Congreso - |
Después de un tiempo sin escribir y entrado ya el otoño, retomo el blog, evitando esta vez la actualidad, de la que me confieso hastiado, y reflexionando sobre un hecho que me ha llamado la atención desde que tengo uso de razón: y es que hemos visto tantas veces el triste aspecto semivacío del Pleno del Congreso, que cada vez parece más ridículo que nos sigamos empeñando en pronunciar esa pomposa palabra, “Pleno”. Por poner un ejemplo de hace ya unos meses, en la sesión que ilustra esta foto, lo que se debatía en dicho Pleno, según informaba el Mundo, era nada menos que la reforma del Poder Judicial promovida por un ausente Gallardón. Casi nada. Y casi nadie...
La foto tuvo a bien recordarme las palabras del responsable de relaciones laborales de la CEOE, Pedro de la Cavada, para quien cuatro días de permiso a un trabajador por fallecimiento de un familiar directo es excesivo, porque los viajes ya no se hacen en diligencia. Viendo el aspecto del Pleno, es como si la inmensa mayoría de sus Señorías hubieran partido en diligencia al entierro simultáneo de cientos de sus familiares. Con la venia de la CEOE, naturalmente, que se ofende menos con el absentismo de los representantes del pueblo que con el del pueblo mismo, aunque el del pueblo tenga causa justificada.
Lo fácil sería decir que sus Señorías se van a la Cafetería a tomar gintonics a 3,45 euros (cafetería que, por cierto, ha explotado en concesión durante años el vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, a quien varios de sus trabajadores han acusado de pagarles en negro... vaya, me estoy desviando del tema); decía que lo fácil sería pensar que sus Señorías se van a la Cafetería a tomar gintonics a 3,45 euros, pero no: finalmente la condición del precio del gintonic fue suprimida del pliego de condiciones de la concesión, una vez retirada ésta a la empresa de Arturo Fernández. Así pues, de estar sus Señorías en la Cafetería, o no tomaban gintonics o los tomaban a otro precio; un precio más popular, entendiendo por popular lo que nos cuesta a usted o a mí.
La foto que ilustra este artículo, tantas veces repetida, es un vergonzoso retrato de nuestra clase política. Y no es que yo sea un apolítico, antisistema o cualquier otra ocurrencia de un/a Delegado/a de Gobierno: soy un ciudadano que tiene unos representantes, a los que me gustaría poder exigir su responsabilidad.
¿Cómo es posible que en una sesión plenaria sólo estén presentes 40 diputados de 350? Pues por lo mismo que es posible que quien tiene piso en Madrid cobre dietas de 1.800 euros por desplazamiento, o que tenga derecho a la pensión máxima quien haya trabajado tan sólo 8 años. La Política con Mayúsculas, que decía el Rey, era esto, ¿no?